La fotografía es una profesión que muchos ansían tener y otros poseen. Algunos se preparan y ponen todo su empeño para conseguir llegar a ser reconocidos y crear una buena reputación, pero no todos llegan. El camino no es fácil, hay que trabajar a conciencia y poner toda la carne en el asador y sobre todo formarse y luchar por conseguir sobresalir entre los competidores.Hoy vamos a entrevistar a Javier, tiene 43 años y aunque vive en Albacete capital desde hace años, es natural de Puente Genil, ciudad preciosa y encantadora del Sur de Córdoba. Su especialidad, debido a sus creencias religiosas, es la fotografía documental de bautizos, comuniones y bodas. Le apasiona vivir la celebración de un sacramento detrás de la cámara.Lo que le motivó a realizar este trabajo, fue su pasión por la fotografía, por tener la oportunidad y el privilegio de expresar cuál es su visión personal de lo que o a quién está fotografiando. Su empresa de fotografía inició su andadura profesionalmente en el año 2016, para expresar su pasión y curiosidad previa, que durante años pasó de ser afición a profesión. Aunque la mayor parte del trabajo fotográfico lo realiza Javier personalmente, cabe destacar que cuenta con un amplio equipo de colaboradores destinados a cubrir y aportar su trabajo para que el resultado final sea excelente.
Javier, ¿cuáles son tus momentos favoritos durante los bautizos teniendo en cuenta tu rol como fotógrafo? ¿Qué es lo que más disfrutas de trabajar en esos eventos?
La fotografía de Bautismo es mi preferida, padres nerviosos, familiares entusiasmados, bebés impredecibles e inocentes.Lo que más disfruto sin duda, es ser testigo de la celebración de un Sacramento, y por supuesto, las caritas inocentes y de sorpresa al recibir el agua bautismal sobre sus pequeñas cabezas.
¿Qué cámara prefieres utilizar para las sesiones de fotos que realizas y por qué?
Siempre trabajo con 2 cámaras profesionales Nikon, y lentes de calidad contrastada, que me permitan cubrir distancias focales variadas, así dependiendo del momento, distancia o instantánea que quiera captar, tengo la posibilidad de elegir, y eso me permite añadir creatividad y versatilidad a mi trabajo.
¿Cómo es tu relación con tus clientes desde el momento en el que te contratan hasta que les entregas las fotos finales?
Cercana, muy cercana, para mí es más importante conocer a las personas que me contratan que en realidad la mera toma de fotos, ya que conociéndolos a ellos, las posibilidades de satisfacción con respecto al trabajo realizado aumentan de manera considerable. Creo que un buen fotógrafo también tiene que ser un buen amigo con quien contar, y al que poderle confiar la realización de un proyecto, con la garantía de que será de su agrado.
¿Qué consejo darías a quienes se están iniciando como fotógrafos en tu misma área? ¿Qué deben tener en cuenta para comenzar?
Sinceramente, hoy la fotografía no es un trabajo que te vaya a hacer ganar mucho dinero, hoy la fotografía, si eres apasionado, constante y en formación contínua te puede permitir vivir con mayor o menor amplitud, pero lo que sí te va a permitir es estar plenamente satisfecho y disfrutar de tu trabajo, y eso, al final, es lo que cuenta.
Momentos en un clic
La fotografía representa las diferentes historias o acontecimientos vividos por las personas en determinados momentos de su vida. Mediante ella, se capta la realidad, se transforma la imagen en un testimonio visual y esto hace que cada vez sean más las personas que soliciten los servicios de un profesional para inmortalizar esos momentos más especiales de sus vidas. No hay boda en la que no haya un fotógrafo, tomando fotos de todos los gestos de complicidad de los novios, comuniones en las que se recuerde mediante imágenes ese día tan bonito de los pequeños y bautizos en los que los felices padres posen junto al recién nacido. Gracias a estos profesionales, podemos conservar recuerdos inolvidables.