Artes marciales accesibles para todos
Mario del Fresno, nacido en Móstoles hace 33 años, es el fundador del Club de artes marciales 78, una escuela centrada en exclusiva en las artes marciales y los deportes contacto. Cuentan con un gran abanico de disciplinas para que todo el alumnado pueda encontrar su actividad predilecta y cuentan con una selección de material muy amplia para hacer más fácil y efectiva cada clase.Mario lleva 30 años practicando artes marciales de diversos estilos y con diversos profesores. En la actualidad enseña Kenpo (Fu-shih Kenpo) y kick boxing por ser las disciplinas que considera más adaptables a todo el alumnado y con las que se siente más seguro como docente. Pero en su Dojo Club también imparten clases de defensa personal y otras disciplinas marciales y adaptadas al combate como Brazilian jiu jitsu. Mario entrenó desde niño y aunque pasó años trabajando en los almacenes de Fnac España, sentía que su sitio estaba en el tatami. Por eso, animado por personas a su alrededor, decidió dar el salto y construir la primera versión de Club78, aunque a los dos años tuvieron que mudarse al local actual, mayor que el inicial. Al principio, su idea era tener una escuela de Kenpo únicamente, pero al ver la demanda de otras disciplinas, amplió la oferta hasta tener la completa escuela de artes marciales y deportes de contacto abierta a todas las edades y condiciones que Club78 es hoy en día.
¿Cuál es la filosofía y valores de Dojo Club78? ¿Qué deseáis que aporte a vuestros clientes la asistencia a vuestro club?
Lo más importante es tratar a las personas que vienen a entrenar como alumnos/as y no como clientes. Tenemos eso muy claro. Lo importante de nuestro día a día es que cada persona que entra por la puerta y dedica su tiempo a venir y compartir momentos con nosotros, esté a gusto, aprenda y haga ejercicio. Uno de los valores fundamentales es que no diferenciamos a nadie bajo ninguna condición y hemos encontrado un buen equilibrio de entrenamiento y compañerismo en cada disciplina.
¿Qué kimono preferís utilizar y por qué?
En la escuela no obligamos a nadie a comprar uniforme; sí es cierto que cada disciplina tiene su uniforme y elementos específicos y siempre es más cómodo trabajar con ellos, pero el alumnado es libre de comprarlos o no. En concreto, en Kenpo se entrena con kimono de Karate negro de unas 12 oz-14 oz.
¿Con qué intención entrenáis en disciplina para el combate? ¿De qué se quiere dotar al alumno?
En las clases regulares, tratamos de adaptar los ejercicios de combate a todo el alumnado, pero disponemos también de un equipo serio de competición cuyos miembros entrenan tanto en estas clases como en clases específicas. Cada año tenemos un calendario de competiciones y veladas que van desde combate al punto, pasando por kick boxing y MMA. Es el propio alumnado quien decide pelear o competir; de esta forma le dedicaremos tiempo a parte del horario para prepararlos en la disciplina correspondiente. Al tratar con artes marciales, también realizamos torneos nacionales e internacionales de Kata y formas por parejas.
¿Qué se da en el curso de Defensa Personal para mujeres? ¿Cómo se estructura una clase?
No nos gusta diferenciar por sexos en el club. Las clases regulares de defensa personal son abiertas a ambos géneros. Sí se da el caso de que varias chicas acudan preguntando por estas clases y preguntando cómo pueden hacerse más fuertes, ágiles y resolutas en este campo. Pero, nuestro primer trabajo con ellas (al igual que con todo el alumnado) no es hacerlas más fuertes, sino hacerlas ver lo fuertes que ya son y lo que pueden llegar a ser. Cuando realizamos cursos específicos, es la organización quien decide si tocamos temas más concretos de defensa callejera o situaciones reales padecidas por las asistentes. En las clases cotidianas trabajan el físico, la técnica, la pegada, suelo, combate y todo lo necesario simplificándolo a la realidad para hacer su entrenamiento lo más efectivo posible.
Un espacio de integración para todos
En Club78 apuestan por democratizar las artes marciales y deportes de contacto, no discriminando por género, edad o cualquier otro tipo de condición. De ese modo, además de una escuela, logran generar un espacio de respeto e integración que usa a las diversas disciplinas marciales y deportivas como un vehículo para transmitir valores cívicos. Todos los alumnos son bien recibidos y el respeto es parte del entorno como las paredes o el tatami.Ingresar al sitio web de Dojo Club78