El mejor conocimiento para relacionarte con tu mascota
Nora Amiano Bravo, licenciada en veterinaria y especialista en etología en Bizkaia, nació en Bilbao y ha residido y trabajado en ciudades como Girona, Barcelona, o Zaragoza, aunque lleva ubicada en Bizkaia desde el año 2005. Desde siempre quiso ser veterinaria, y ya desde la adolescencia sabía que el conocimiento y la comprensión del comportamiento de los animales era el campo que más le gustaba. Etología Bizkaia es tan solo una parte de su trabajo.
Con respecto al área de la etología clínica, Nora trabaja en colaboración con educadores caninos homologados, siendo el trabajo de cada uno muy delimitado. Si bien su parte es el diagnóstico del problema y el establecimiento de la estrategia interventiva, los educadores caninos son quienes, cuando es necesario, acompañan a propietarios y propietarias en la ejecución de las pautas de modificación de conducta. En el otro área en la que interviene Nora, las intervenciones terapéuticas con animales, trabaja en un equipo multidisciplinar con psicólogos y psicólogas, personas del mundo de la educación social, la criminología y la intervención social.
Nora maneja dos áreas de especialización: la etología clínica de perros y gatos, y la equinoterapia a través de la facilitación de la interacción humano-animal. Explica que la mayoría de los problemas que atienden provienen del desconocimiento, de la incomprensión de las necesidades de nuestras mascotas, por ello se hace preciso muchas veces alguien que ayude a “traducir” lo que sucede.
Su motivación fundamental es buscar el bienestar tanto de las mascotas con las que compartimos nuestra vida, como el de las familias que con todo su amor han decidido adoptar o acoger una mascota y se sienten desbordadas y sin comprender la situación cuando se presenta un problema de conducta.
En Etología Bizkaia sois expertos en modificación de comportamiento animal. ¿Cuáles son los problemas de conducta animal que podéis tratar? ¿Qué metodología de trabajo empleáis en vuestra clínica veterinaria?
Trabajamos con cualquier problema de conducta, sea de origen genético, ambiental u orgánico. La metodología se basa de inicio en una buena anamnesis, así como la observación tanto de la conducta del animal como de la de los propietarios y propietarias.
En Etología Bizkaia trabajamos en el domicilio, porque además creemos en la necesidad de ver a la mascota en un entorno donde se sienta cómodo o cómoda y poder así observar bien qué nos está diciendo.
¿Te inclinas por alguna terapia en particular a la hora de seleccionar tus tratamientos? ¿Qué herramientas te gusta utilizar para trabajar? ¿Las sueles elegir por algún motivo en específico?
Lo cierto es que no me inclino por una herramienta en particular… depende de cada caso. Si bien en la gran mayoría las pautas que se aplican son desde el refuerzo positivo y las técnicas no punitivas, a veces utilizo técnicas más conductuales y en otras ocasiones más de tipo cognitivo-emocional. Y, en ocasiones, no es tanto el animal quien me marca la decisión como el carácter o el tipo de vida de la familia con la que conviven.
Hay personas que necesitan técnicas más asertivas en cuanto a la comunicación con su animal, y otras en cambio pautas más dirigidas a la comprensión de las necesidades de bienestar. Y de igual manera hay animales con los que desde el primer momento tienes claro que requieren una mayor coherencia, consistencia y certidumbre en su manejo, y otros en los que se requiere prescripción farmacológica o técnicas más complejas.
¿Estás de acuerdo con los castigos físicos? ¿Por qué? ¿Cuánto duran las sesiones de etología que ofrecéis? ¿En cuánto tiempo estimas que se pueden ver resultados concretos en los animales tratados?
No, para nada. No recomiendo nunca castigos físicos. Los motivos son dos: casi nadie sabe aplicar de manera correcta un castigo (aunque no fuese físico) con lo que no van a resultar efectivos sino que generarán una mayor presión y confusión en el animal, y además la presión ejercida en un castigo suele conllevar incrementos del estrés del animal.
Y, a día de hoy, sabemos que se puede trabajar la interrupción de una conducta sin necesidad de castigo físico, por lo que no considero oportuno aplicar una técnica que, aunque a veces pueda ser efectiva bien aplicada, puede traer consecuencias secundarias negativas.
Las sesiones de etología que desarrollamos suelen ser de 90 minutos, y no hago valoración de resultados hasta pasadas las 8-12 semanas del inicio, porque considero que no es hasta ese momento cuando puedo observar si hay que realizar cambios en la línea interventiva. Si tiene que entrar a colaborar un educador canino, ellos suelen acudir de manera semanal a acompañar a la familia.
Según vuestra experiencia profesional, ¿cuáles son las causas más frecuentes en el mal comportamiento de los perros? ¿Que recomendáis hacer en estos casos? ¿Cómo se puede solicitar una consulta con etólogo veterinario?
En mi opinión son dos principalmente: los desapegos maternales incompletos (separaciones tempranas de las madres que acarrean muchas dificultades) y el mal manejo del perro o del gato desde el desconocimiento.
Superando los obstáculos de comunicación con tu animal de compañía
Para los dueños de mascotas resulta muy frustrante cuando existen problemas de comportamiento de sus animales de compañía. Estos queridos miembros de la familia tienen sus necesidades y traumas específicos y en ocasiones requerimos de que los especialistas descifren la situación para conocer cómo manejarla y lograr una convivencia óptima para todos los implicados. Nora Amiano Bravo, en Etiología Bizkaia, contribuye junto con otros profesionales a comprender mejor a nuestras mascotas para poder proporcionarles el bienestar que merecen.