María Rodríguez Alfranca es una madrileña de 39 años que ejerce desde hace 13 como profesora de Yoga en Madrid. La propia flexibilidad que otorga el Yoga fue clave para que María se dedicara a esta profesión: flexibilidad en más de un sentido, porque María quiso ser dueña de su carrera laboral y tener un día a día más flexible en su trabajo. Estudió Sociología, carrera que disfrutó mucho. Después estuvo trabajando varios años en Investigación de Mercados, compaginándolo con el Yoga durante un tiempo. Pero sintió que no estaba hecha para trabajar dentro de un esquema piramidal. El Yoga le proporcionó mayor libertad a todos los niveles, también el profesional.Fruto de esa búsqueda de mayor flexibilidad, María fundó Yoga Silva en el año 2008. Ya había trabajado para otros centros y sintió que era el momento de dar el paso y ser su propia jefa. Empezó a dar clases en su propia casa, que contaba con un amplio salón. Su negocio fue creciendo poco a poco y ahora trabaja en un local, pero manteniendo la misma filosofía, lo que supone impartir clases a grupos reducidos.A María no le gustan las clases masificadas, ya que apuesta por una atención personalizada a cada alumno, algo solo factible en grupos pequeños. A día de hoy, otra profesora imparte las clases para niños y María lleva su especialidad, el Hatha Yoga para adultos y mujeres embarazadas.
¿Qué es el yoga para vosotros en Yoga Silva? ¿Cómo ha afectado el yoga a vuestro propio desarrollo físico y mental?
El Yoga es una parte muy importante del desarrollo personal. Es una práctica física que nos ayuda a que nuestro cuerpo y mente juntos nos lleven hacia el bienestar, a estar enfocados en el presente y con nosotros mismos. Para mí, practicar Yoga es un estado de felicidad, una clase de Yoga no es un sesión a lo loco de posturas, la secuencia tiene un sentido para lograr algo ya sea a nivel físico y/o a nivel mental. Es muy importante la sensación que tenemos al terminar la clase y poder mantenerlo hasta la siguiente sesión. Particularmente, me empezó a interesar mucho el Yoga desde muy jovencita: mi madre me regaló un libro y empecé a hacer cosas en casa los domingos. El resto de días nadaba, seis días a la semana. Cuando falleció mi madre, comencé a practicarlo de manera más regular y me cambió la vida, porque era el único momento que me sentía bien y me ayudó tanto que nunca he dejado de practicarlo. A nivel físico, he llegado a cosas que jamás pensé que podría llegar. A pesar de nadar tanto y de hacer otros deportes, me di cuenta que el Yoga es muchísimo más completo y además, más divertido que cualquier otro deporte. Asimismo, da igual que pasen los años, ¡nunca dejas de avanzar!
¿Qué tipo de yoga preferís practicar y enseñar a tus alumnos y por qué?
Yo enseño Anusara Yoga, que es un estilo de Hatha, Yoga clásico pero algo dinámico. También he enseñado Ashtanga, el cual me encanta practicar, pero menos enseñar (aunque he aprendido muchísimo a la hora de hacer apuestas manuales a mis alumnos gracias al Ashtanga). El Hatha me da más libertad en la enseñanza y me siento más cómoda, además me permite hablar y dar explicaciones más extensas.
¿Cuáles son los principales beneficios de practicar yoga? ¿En cuánto tiempo se notan los avances?
Los beneficios son muchísimos: a nivel físico, te pone tan en forma que ni te lo crees, ya que lo primero que se empieza a notar es la fuerza, que luego vamos combinando con los avances en la flexibilidad. Tenemos un cuerpo equilibrado entre fuerza y flexibilidad (es un mito el de que para hacer Yoga hay que ser flexible, el Yoga te da la flexibilidad que no tienes). Cuida los órganos internos, nos da mayor capacidad pulmonar, evita los problemas de estómago, ayuda al sistema endocrino, inmunológico, regula las hormonas… y muchas cosas más. A nivel de bienestar nos ayuda a estar en el presente sin necesidad de esforzarnos, al evitar que nuestra mente esté en el pasado evitamos los estados de tristeza o depresivos y al evitar que esté en el futuro, nos ayuda a evitar el estrés y la ansiedad.Los avances se notan casi de inmediato pero, por supuesto, aquí, como en todo, influye la constancia, la frecuencia de la práctica.
¿Qué condiciones físicas se requieren para comenzar a practicar yoga? ¿Es posible lesionarse durante las prácticas?
No se requiere ninguna condición física especial, ya que la práctica se puede adaptar a cualquier persona y a cualquier edad. Es posible practicar Yoga con enfermedades y con lesiones, siempre y cuando se realice con un profesor cualificado.Claro que es posible lesionarse, ya que es una práctica física. Por eso es importante no utilizar tutoriales si no se tiene la suficiente experiencia y hacer caso al profesor y no querer avanzar más rápido de la cuenta. Hay que ir paso a paso; nuestro lema es “postura a postura”. Con el Yoga no debe haber prisas y debemos fijarnos más en la sensaciones que en cualquier otra cosa.
Compartiendo el Yoga como elemento de mejora vital
Para María, el Yoga fue un descubrimiento que mejoró su vida desde muy joven. Le acompañó en momentos duros y finalmente le dio libertad profesional y la posibilidad de contribuir al bienestar de sus alumnos. En Silva Yoga quieren compartir todas las ventajas y beneficios del Yoga con sus alumnos y hacerles partícipes de los efectos saludables que el ejercicio de esta disciplina proporciona a sus seguidores.
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