Javier Fernández, de 38 años, nació en Sabadell, ciudad en la que sigue residiendo hoy en día conviviendo con su pareja y siendo padre de dos niños muy pequeños. Javier estudió Fisioterapia, pero una vez finalizó su formación académica, estaba dubitativo acerca de qué salida profesional tomar y cómo utilizar sus conocimientos en un empleo determinado que supusiera seguir su vocación de la mejor manera posible.

Pese a ello, tuvo la fortuna de poder encontrar empleos nada más salir de la universidad, por lo que pronto pudo dilucidar cuál era el camino que debía tomar. Y este lo encontró, inicialmente, en la osteopatía. Después, fruto de su interés en seguir aprendiendo y en encontrar respuestas a cuestiones que seguían bullendo en su mente, llegó a la medicina tradicional china, donde encontró muchas respuestas a sus inquietudes.

A día de hoy tiene una pequeña consulta de Fisioterapia que ha ido creciendo poco a poco y pasando por diferentes etapas. En algunas de ellas ha podido contar con la colaboración de algún compañero con su misma visión y compromiso, mientras que en otras ha llevado la consulta el solo.

En la práctica clínica habitual de Acupuntura y Osteopatía, ¿qué enfermedades tratáis con mayor frecuencia? ¿Cuál es vuestra perspectiva respecto a las enfermedades que tratáis?

Desde el punto de vista de la medicina natural (Fisioterapia, Osteopatía, Acupuntura) no tratamos enfermedades sino personas. Este es un error frecuente y hay que pensar que dos personas con la misma enfermedad pueden tener tratamientos diferentes. Es muy importante que el paciente entienda bien esta diferencia para que el tratamiento tenga éxito. La "medicina occidental”, en cambio, está más interesada en ponerle una etiqueta a la enfermedad que en lo que siente el paciente.

Una vez explicada esta cuestión, hay que resaltar que las enfermedades o problemas que más solemos ver en la consulta son aquellas relacionadas con dolores osteo-musculares.

¿Qué herramientas preferís utilizar para realizar la acupuntura y por qué?

Más que “herramientas” se trata de métodos, ya que podemos estimular el punto de acupuntura de diversas maneras: con calor, con agujas, con presión, con presión negativa (ventosa), con un imán, con electricidad e incluso con láser. Nosotros trabajamos con calor, presión y sobre todo con agujas porque son las formas más cómodas y eficaces.

¿Es dolorosa la aplicación de las agujas? ¿Cómo se siente la primera sesión de acupuntura?

Hoy en día tenemos un material tan moderno que hace que la aplicación de la acupuntura sea prácticamente indolora. Antiguamente, las agujas eran más gruesas y rudimentarias. Aun así, no deja de ser una aguja y algo se tiene que notar; según mi experiencia cuanta más "chicha" donde haya que insertar la aguja, menos se nota.

Es mayor el miedo que tiene la gente que el dolor que se nota; para los más aprensivos se utilizan técnicas no invasivas como el calor o la presión.

Los efectos varían según la sensibilidad de la propia persona. Yo lo comparo con la capacidad de cicatrización, que también varía de una persona a otra. Asimismo, es necesario ir con una buena predisposición, porque si vas pensando que no te va a funcionar, no pierdas el tiempo ni el dinero.

Durante la sesión, simplemente hay que estar cómodo y descansar, no es necesario meditar, ni respirar de una determinada manera ni pensar en nada. Normalmente, al final de la sesión ya se nota una disminución de la sintomatología y un bienestar general. No obstante, puede ser que los cambios aparezcan al cabo de los días o de las sesiones. Se recomienda realizar 3-4 sesiones para poder afianzar los resultados.

¿Cuáles son los principales beneficios de los tratamientos con acupuntura? ¿Cuándo se notan las mejorías?

La acupuntura tiene dos ventajas que yo considero realmente importantes. En primer lugar, nos permite trabajar zonas del cuerpo a distancia, de tal manera que si la zona a tratar está muy inflamada y duele mucho, podemos empezar a tratar sin generar molestias. La segunda ventaja es que nos permite tratar el interior del cuerpo. A menudo hay lesiones que no evolucionan si se alargan en el tiempo porque hay un determinado desequilibrio interno a nivel nervioso u hormonal que impide que dicha lesión evolucione, la acupuntura trabaja sobre ese desequilibrio.

Además, la medicina tradicional china trata siempre a favor de la naturaleza ayudando al cuerpo a superar la enfermedad por sus propios medios. La medicina occidental actúa al revés, frenando los procesos naturales, con antidepresivos, antiinflamatorios, anti, anti... Todo lo que es anti, es un parche que tapa el síntoma sin resolver el origen de la molestia y del propio síntoma.

Siguiendo la naturaleza del cuerpo para encontrar la salud

Javier nos ha explicado algunas de las diferencias entre la medicina occidental y la medicina tradicional china que él aplica en su consulta de Fisioterapia y Osteopatía, mezclando lo mejor de ambos campos de conocimiento para optimizar el tratamiento de acupuntura. Siguiendo la sabiduría oriental, se trata de fortalecer el cuerpo mediante sus propios procesos sanadores en vez de reprimir estos, buscando, por tanto, un equilibrio mejor que suponga la desaparición real de lo que ha provocado la enfermedad o el malestar.

Encuentra más información sobre Acupuntura y Osteopatia en su web oficial.