Ashtanga Yoga, tu camino al equilibrio
José Carballal, instructor de Yoga en Madrid, es un madrileño de 45 años que en el 2004 comenzó a enseñar Ashtanga Yoga en el pequeño salón de su casa en la calle de la Palma, en Madrid. Había realizado dos viajes para estudiar esta disciplina en la ciudad de Mysore, al sur de la India, con su maestro Sharath Jois, con quien continúa estudiando. Durante los 18 años siendo su alumno ha podido profundizar en esta disciplina y volcar ese aprendizaje en sus clases.
En el 2010, junto a su compañero Rafael Martínez, abrió el nuevo Centro de yoga Mysore House Madrid, en la calle Santa Engracia y el pasado abril dieron el salto a comprar y renovar la última y definitiva sala de su escuela en Cuatro Caminos, donde enseñan a unos 200 alumnos de Ashtanga Yoga con la ayuda de otros 7 profesores formados por el propio José Carballal y Rafael Martínez.
Está especializado en el Ashtanga Yoga, disciplina que le ha dado estabilidad y sentido a su vida. Los evidentes beneficios que le procuró esta práctica desde el principio le hicieron querer compartirla. La oportunidad le llegó cuando su profesora en Madrid, Petra Gordon, decidió mudarse a EE. UU. y los compañeros de la escuela le pidieron que se hiciera cargo de las clases.
Tanto la propia Petra como su maestro en la india le dieron su bendición para mantener la sala. Se considera muy afortunado, ya que heredó la escuela y desde la primera clase tuvo alumnos que confiaron en él, algunos de los cuales siguen haciéndolo después de tantos años.
¿Qué define la personalidad de Mysore House Madrid como escuela de ashtanga yoga?
La manera en que enseñamos es muy tradicional y, como escuela de Yoga que somos, nos enfocamos en trabajar con la mente, que es a lo que se dedica el Yoga, aunque en Occidente se entienda de manera demasiado física y superficial. Nuestra escuela se llama “House” porque para nosotros es importante que los alumnos se sientan cómodos y seguros, ya que esta práctica tiene como objetivo el desarrollo personal y esto requiere de un ambiente acogedor.
El Yoga es una práctica para equilibrar la mente y el cuerpo y para tener una mayor estabilidad en todos los ámbitos. Todos los profesores de Mysore House Madrid están totalmente comprometidos con este objetivo, tanto en sus prácticas personales como en su enseñanza.
¿Qué parte de vuestro equipo de trabajo es esencial? ¿Hay algún elemento que nunca debería faltar?
Una de las mejores cosas que tiene esta práctica es que no depende de muchos elementos externos. Todo lo contrario, solo es necesaria una esterilla y encontrar el tiempo para llevar a cabo la práctica. Lo demás (la concentración, la respiración, el esfuerzo) lo pone uno mismo. Es importante tener constancia y mantener la regularidad para obtener resultados. Es una disciplina que puede exigir mucho, pero lo que te da es infinitamente más que lo que pide.
¿Cuáles son los principales beneficios que obtienen las personas que practican ashtanga yoga? ¿Existe algún caso en el que se desaconseje practicarlo?
El Ashtanga Yoga se enfoca en desarrollar equilibrio mental, y para eso necesitamos ejercitar mucho la concentración. Para comenzar, buscamos concentración en lo más básico y cercano: el cuerpo. Por lo tanto, las posturas no son el fin, sino una herramienta para ir desarrollando esa capacidad mental que nos trae los beneficios más importantes (estabilidad emocional, ecuanimidad, fortaleza interna, seguridad, etc.).
Pero el Ashtanga Yoga es una práctica tan sabia que incluso en la herramienta se producen innumerables beneficios: el cuerpo se vuelve más flexible, se desintoxica a fondo, se fortalece y se estimulan todos los órganos, por lo que el nivel de salud aumenta considerablemente. El Yoga lo cubre todo: Mens sana in corpore sano.
¿Cuántas horas de práctica necesita un principiante para dominar las técnicas del ashtanga yoga? ¿En cuánto tiempo uno puede pasar de las posturas básicas a las más avanzadas?
Este sistema tiene muy en cuenta las posibilidades y características de cada uno, y así lo enseñamos en nuestra sala, por lo que el tiempo de práctica es distinto para cada alumno, ya que hay que tener en cuenta la edad, las condiciones físicas, el estado emocional o energético, el tiempo disponible, etc.
El proceso es muy personal y la enseñanza muy individual. No se puede hablar de plazos, pero sí que pedimos siempre el mejor esfuerzo dentro de las posibilidades de cada uno, sabiendo que esto será lo que aporte mayores beneficios a los alumnos.
En todo caso, aunque es natural querer avanzar, en Yoga es mucho más importante la calidad a la cantidad y enfocamos las clases para trabajar a fondo y mejorar en lo que ya se hace más que en acumular posturas. Cualquier práctica, ya sea de quince minutos o de dos horas, es muy beneficiosa si se hace con calidad. Y eso es lo que tratamos de transmitir y de fomentar en nuestras clases.
El yoga es sobre todo una manera de vivir día a día y las posturas sólo abren la puerta a toda una filosofía que también nos encargamos de transmitir tanto en cursos especiales como en las conferencias que hacemos los Domingos en la escuela, en las que los alumnos aprenden sobre los aspectos filosóficos y donde también tienen la posibilidad de hacer preguntas y compartir inquietudes sobre sus propias prácticas.
De esta manera, la práctica se amplía y sale de la esterilla para poder encontrar ese equilibrio mental en todos los aspectos de la vida, y no sólo en la clase de asanas (posturas).
Un sendero de autoconocimiento para fortalecerse y equilibrarse
En Mysore House Madrid, la escuela de Ashtanga Yoga fundada por José Carballal y Rafael Martínez, todos los profesores que instruyen a los alumnos comparten con estos los beneficios de esta singular disciplina del Yoga. La práctica del Ashtanga Yoga fortalece la mente a base de unos ejercicios que también proporcionan muchos beneficios a nuestro cuerpo. Juntos, cuerpo y mente unidos y en una buena sintonía, nos permiten equilibrarnos y mejorar nuestra calidad de vida. Podemos encontrarles en su perfil de instagram @mysorehousemadrid