Tu centro de fisioterapia para combatir el dolor
Sara Manso es una santanderina de 29 años que estudió el grado en fisioterapia en la Escuela Universitaria Gimbernat Torrelavega, especializándose en su último año de carrera en la Mención en actuación fisioterapéutica en el aparato locomotor. Cuenta con experiencia en clínicas privadas, mutuas, hospitales, centros de día, etc. Tras terminar la carrera empezó a trabajar enseguida en clínicas de distintos tipos, tanto privadas como mutuas adquiriendo experiencia profesional en distintos ámbitos en los que la fisioterapia tiene presencia.
Tras años trabajando por cuenta ajena decidió montar su propia clínica: Centro de Fisioterapia Kinesia (Calle Floranes 50A, Santander), cumpliendo su ilusión de toda la vida hace aproximadamente un año. El apoyo de su familia, pareja y amigos ha sido clave en este paso. Pese a la dificultad de todos los principios, está logrando gran aceptación entre sus pacientes y cada día Kinesia crece más. Por ahora trabaja en solitario pero su ambición es formar un equipo de fisioterapeutas que trabajen juntos en Kinesia.
A Kinesia acuden pacientes de todo tipo: ancianos, neurológicos, traumatológicos, reumatológicos, deportistas, post quirúrgicos… Sara se especializó en traumatología (esguinces, tendinopatías, puntos gatillo, etc.) pero también trata pacientes con otro tipo de problemas. Su estilo de trabajo consiste en emplear la terapia manual, en la cual usa sus manos para tratar la lesión o la dolencia, combinado con ejercicio terapéutico.
Este ejercicio se realiza en la clínica pero también “manda deberes para casa” a sus pacientes en forma de ejercicio adaptado a sus características, muy sencillo siempre para que lo hagan correctamente. Está demostrado que si el paciente se implica claramente en su recuperación, el proceso irá mucho mejor, y eso es precisamente lo que Sara busca con sus tratamientos. Le gusta pensar que el fisioterapeuta y el paciente forman un equipo con un objetivo común.
Sara, ¿qué te motivó a estudiar fisioterapia?
Creo que siempre he tenido claro que estudiaría una carrera sanitaria. Entre mis opciones estaban la odontología o la fisioterapia y finalmente me decidí por la segunda.
Me gustan las personas, me gusta aportar mi granito de arena para que tengan mejor calidad de vida.
Cuando alguien acude al fisioterapeuta, la mayoría de las veces el motivo de su visita es el dolor. Bien sea porque éste ya existe o por prevenirlo. Vivir con dolor, como desgraciadamente le ocurre a algunas personas, es duro y poder ayudar a las personas a recuperar su vida saliendo de ese círculo vicioso es algo que me apasiona.
En definitiva, mi motivación siempre ha sido ayudar a los demás a sentirse bien.
¿El campo de la fisioterapia os parece que es uno de los más demandados? ¿Por qué?
Bueno, la fisioterapia, si la comparamos con otras especialidades sanitarias, es aún muy joven. Se está haciendo mucha investigación y se publican muchos artículos científicos. Además, la población cada vez va entendiendo mejor qué es lo que hacemos los fisioterapeutas y acuden a nosotros en busca de ayuda.
Tenemos siempre la lacra del intrusismo, contra el que mis colegas y yo, así como los Colegios Profesionales, tratamos de luchar día a día. Esto lo hacemos siempre desde la educación al paciente, haciéndole entender que un fisioterapeuta no es un masajista, un fisioterapeuta es una persona con titulación universitaria, capacitada para tratar patologías como sanitario que es. Pasamos muchos años de nuestra vida estudiando y formándonos para mantenernos actualizados de los avances. Si acudes a tratarte una lesión a una persona que no está capacitada para ello es muy probable que no te solucione nada e incluso pueda empeorar la situación.
Además, con el avance de la medicina, vivimos más años. Tenemos, por tanto, más dolencias asociadas al envejecimiento. Por otra parte, también cultivamos el cuerpo practicando deporte y esto origina lesiones deportivas que hay que tratar, y el estilo de vida es también muy sedentario, mucho ordenador, sofá, en definitiva: malas posturas que generan patologías también.
Hay que acudir a un profesional cualificado capaz de identificar la patología y los factores que han contribuido a desarrollarla o a perpetuarla para realizar el mejor tratamiento y obtener asesoramiento adecuado.
¿Cómo son vuestras instalaciones y con qué equipamiento material contáis?
Contamos con una sala de tratamiento en la que principalmente se realiza la terapia manual. Entendiendo esta como el conjunto de técnicas que aplica el fisioterapeuta con sus manos para tratar a su paciente (masoterapia, estiramientos, neurodinamia, punción seca, etc.), siempre basado en la evidencia científica.
También contamos con una sala en la que realizamos ejercicio terapéutico. En esa sala tenemos un espejo y todo el material necesario para realizar la terapia (esterillas, fitball, rulos, pelotas…).
Además de las sesiones individuales, realizamos sesiones grupales de pilates suelo y de gimnasia abdominal hipopresiva. Siempre en grupos pequeños de máximo 4 personas, para asegurar un buen control de la actividad y evitar una mala práctica.
¿Qué terapias aplicáis para cada tipo de dolencias? ¿Estáis siempre en actualizaciones en esta materia? ¿Dónde la realizáis?
La técnica a elección depende no solo de la patología o dolencia, sino también del tipo de paciente. Trabajo combinando la terapia manual con el ejercicio terapéutico e implicar al paciente activamente en su recuperación.
Primero hacemos una valoración inicial y a partir de ahí trato de averiguar no solo a qué tipo de lesión nos enfrentamos sino también qué podemos cambiar o adaptar para que no se repita.
El tratamiento irá cambiando en consonancia con la evolución de la lesión, abarcando un gran abanico de técnicas como neurodinamia, control motor, fibrolisis diacutánea, punción seca, etc.
Siempre procuro mantenerme al día de los avances mediante la lectura de los estudios que van saliendo y haciendo cursos de postgrado. Para mi es fundamental estar al tanto de las novedades y acudir a formaciones para aprender e intercambiar impresiones con otros profesionales.
Los cursos y congresos suelen realizarse en fin de semana (para poder compaginarlos con el trabajo). Hay empresas privadas que ofertan cursos de formación, el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Cantabria también nos suele proponer formaciones, así como la Escuela universitaria Gimbernat Cantabria. Hay mucha oferta, pero yo siempre intento buscar cursos de calidad, con buenos docentes y contenido que me vaya a resultar útil para aplicar en la clínica.
Fisioterapia: tu gran aliada para preservar y mejorar la salud
Sara Manso fundó su centro de fisioterapia aprovechando su dilatada experiencia como fisioterapeuta en diversos centros de salud para ofrecer sus servicios de una manera próxima y cálida con sus pacientes. Sara apuesta por el establecimiento de un vínculo colaborativo entre ella y sus pacientes, buscando su implicación al máximo para optimizar el tratamiento y lograr los mejores resultados. Por ello, además del tratamiento en clínica recomienda ejercicios y nuevos hábitos posturales a sus pacientes para que estos los realicen en sus domicilios.