Daniel Roqueta Roqueta, sastre taurino en Zaragoza, es natural de Valdelinares (Teruel), donde nació el tres de enero de 1948. De inicio, su profesión no fue vocacional, pero sí su afición a los toros. El hecho de aprender el oficio con su suegro en un pueblo de Castellón y trasladarse con mi mujer a Zaragoza una vez casados, donde después de varios trabajos en diferentes gremios acabó estableciéndose como sastre, hicieron que tomase el camino de esta profesión.

Su empresa es una S.L. desde 2014 a nombre de su hijo (Alfredo Roqueta) pero, desde 1984, año en el que empezó en este negocio y hasta ese momento, Daniel ha desarrollado toda su labor como trabajador autónomo. El oficio de sastre lo aprendió con su suegro, y su afición al mundo del toro (quiso ser torero de joven) hicieron que acabase decantándose por esta especialidad (sastrería de toreros).

Hoy en día, la empresa se dedica también a la sastrería religiosa y, desde hace 2 años, se ha registrado una marca de moda con inspiración taurina (DeAzabache). Precisamente este pasado verano han firmado un contrato con una empresa china para comercializar en Asia y medio oriente sus diseños.

Ahora mismo en la empresa hay 3 personas. Están especializados en sastrería taurina, sastrería religiosa y moda. Por este orden, aunque la idea es, si todo fluye como se tiene previsto, que se crezca y pase a ser la actividad principal la moda.

Daniel, ¿cuál ha sido el reto profesional más complicado a la hora de confeccionar trajes pedidos por los clientes?

Siempre he dicho que menos trajes de astronauta y de buzo hemos confeccionado de todo. La realidad no es así, pero se aproxima bastante.

La verdad es que hemos sido muy valientes cada vez que se nos ha presentado un reto por parte de un cliente, y debo confesar que no siempre las cosas han salido como nos hubiera gustado, pero al menos nos ha aportado experiencia y nos ha permitido ampliar nuestro catálogo por la gran variedad de prendas que podemos hacer.

¿Cuáles son las características que definen vuestro trabajo?

La respuesta va a parecer un poco ambigua y seguro que será muy parecida a la que daría un cocinero orgulloso de su restaurante: materiales de primerísima calidad y mucho cariño a la hora de realizar los trabajos. Por supuesto, como en cualquier trabajo de tipo artesanal, la experiencia es muy importante.

¿Cuáles son los principales elementos que tenéis en cuenta a la hora de realizar vuestros diseños?

Ayuda que el cliente tenga claro lo que realmente quiere. En esos casos, tan solo hay que asesorar o sugerir detalles a modo de observación. En el resto de supuestos, se tiene en cuenta el uso que se le va a dar a la prenda (si es para una ocasión especial o para varios usos) las hechuras del/la cliente/a; el color o tono de piel. Al final, lo importante es que el cliente se sienta a gusto y para eso no basta con que la prenda esté bien confeccionada y a medida.

Una vez acabada, se tiene que ver con ella y sentirse realmente cómodo/a, y en eso es muy importante el color de los tejidos y bordados. Puede ocurrir que alguien vea un trabajo y le guste sobre el maniquí pero luego no se vea bien con esa prenda. Un mismo trabajo, cambiando el color del tejido, puede hacer que una persona no se sienta realmente a gusto con ella…

¿Qué prefieren los clientes, el alquiler o la venta de estos productos?

Lo más frecuente es la venta, pero es cierto que hay un mercado de alquiler de vestuario bastante interesante.

Inspiración taurina para un estilo inconfundible

Daniel Roqueta Roqueta tornó su pasión por el mundo del toro en su profesión cuando aprendió el oficio de sastre taurino. A día de hoy, junto con los empleados de su empresa, trabaja por hacer de la inspiración taurina el fundamento de una línea textil de moda que busca comercializarse en Oriente y en China, imprimiendo un marcado estilo español en productos textiles de máxima calidad y con diseños y acabados artesanales.