Aprendiendo a educarnos para no enfermar
Damián Álvarez, sanador en Tenerife, explica que es el creador del Sistema Natural de Sanación y Terapéutico Tinerfe, creador del Sistema de Sanación Angelical Carismático, del Masaje Angelical. Damián afirma ser Doctor en Metafísica, especialista en Medicina Vibracional, Gran Maestro de Reiki y Karuna Ki, maestro, escritor y Amigo de Dios.
Damián indica que ya se dedicaba a la sanación como hobby desde los años 80, aunque su vida profesional comenzó en el norte de Suecia con sanación espiritual combinada con cristaloterapia y aromaterapia, a principios de la década de los 90, cuando aún el Sistema de Sanación Reiki no había llegado a occidente.
Allí, en Escandinavia, Damián explica que dirigió dos centros de terapias y estudios. En el año 2000 empezó a viajar a su tierra natal, y desde entonces se dedica a la sanación y desarrollo personal y espiritual en Tenerife. Trabaja solo, ya que, aclara, que si lo hiciera acompañado de otros sanadores tendría no solo que sanar al paciente sino también a los demás sanadores. Esto es así porque según Damián la energía de otras personas suele interferir en los diagnósticos basados en el escaneo energético, por lo que siempre es preferible trabajar a solas y con solo un paciente a la vez.
La educación que presta también es personalizada, así como se hacía antiguamente, formando un tándem maestro-discípulo. No le gustan los cursos en grupo, ya que cada alumno se encuentra a diferente nivel, aprende más rápido o más despacio, está interesado en diferentes cosas, etc. Aunque todos sus cursos son iguales, siempre son completamente personalizados.
Damián se ha especializado en el Tratamiento del plexo solar, ya que sus estudios, investigaciones y experiencia profesional de 30 años, le han demostrado que en este centro energético se encuentra la raíz de toda enfermedad. De hecho, su primer libro publicado se titula “El Plexo Solar, el Sol de tu Vida”. En general, Damián trata cuerpo, mente y alma del ser humano, pero haciendo gran diferencia entre espiritualidad, sentimientos, pensamientos, emociones y acciones, para tratarlos de forma independiente y de forma más concreta y precisa.
Opina que tanto los sentimientos, los pensamientos como las emociones las entendemos con el plexo solar, esto es, de forma mental, por lo que no existe pena o frustración aislada, sino que siempre está relacionada con traumas (bloqueos en el plexo solar), aunque creen síntomas propios más allá del alcance energético del plexo solar.
Damián, ¿qué te motivó a hacer este trabajo?
Cuando era pequeño, tendría unos 5 años, la hija de mi vecina que tenía la misma edad que yo, murió de una enfermedad extraña. No entendiendo el por qué de la muerte, de la enfermedad, ni de por qué debíamos desaparecer de este mundo físico (era un niño), ya, con esa edad creía que habíamos nacido para vivir eternamente. No encontraba significado a nacer para morir. No encontraba significado alguno a que Dios nos creará para nada.
Creo que lo anterior expuesto marcó de forma inconsciente el rumbo de mi vida, pasándome casi toda ella intentando comprender por qué el ser humano enferma, envejece, muere, y descubriendo explicaciones metafísicas a las enfermedades y tratamientos energéticos fiables y comprobados (cuasi científicos), para todo tipo de bloqueo, desequilibrio (sentimental, mental, emocional), y/o enfermedad física.
Damián, ¿qué es lo que más te apasiona de tu sistema de sanación natural?
Lo que más me apasiona es encontrarme a una persona desequilibrada espiritualmente, sentimentalmente, mentalmente, emocionalmente, y, con un trabajo a conciencia, preciso, consciente, ver cómo se equilibra en general o, con otras palabras, “poder conseguir que una persona triste salga de la terapia con una sonrisa de oreja a oreja y con los ojos brillantes como dos estrellas”. Porque la sanación, mal denominada por casi todos “por imposición de manos”, ya que se sana con todo el cuerpo y alma, es el método más efectivo, y paradójicamente ha sido siempre el más barato.
Soy completamente consciente (basándome en 30 años de experiencia y más de 30.000 terapias), que solo un alma puede sanar a otra alma.
¿Qué equipamiento prefieres utilizar en las actividades de sanación natural que ofreces?
Tan solo trabajo canalizando las energías divinas en diferentes variantes para así suministrar al paciente precisamente con esas energías que necesita en diferentes partes de su cuerpo y alma. Entendiendo la enfermedad física como un desarrollo de una enfermedad energética previa, es decir, sentimental, mental, emocional.
En mis terapias tengo un apoyo cristaloterapéutico y acostumbro a recomendar el trabajo con cristales de cuarzo y aceites esenciales para obligar (es decir, para que ponga algo de su parte), al paciente a trabajar de forma activa en su sanación y curación.
Según tu experiencia en el área, ¿qué elementos garantizan una sanación natural efectiva para el desarrollo personal y espiritual? ¿Por qué?
Soy consciente de que la gran mayoría de personas acuden a un sanador cuando se sienten mal, al igual que acuden a un médico cuando están enfermos, pero, aunque la enfermedad sea un desequilibrio del espíritu humano, el desarrollo personal y espiritual es única y exclusivamente responsabilidad de cada persona.
Te puedo ayudar con terapias de sanación pero si sigues haciendo la misma vida te volverás a enfermar. De ahí que siempre haya creído que el ser humano necesita más “educación para no enfermar” que sanación para curarse. Acostumbramos a tratarnos cuando nos enfermamos, en vez de tratarnos de forma preventiva para no enfermar, que sería lo idóneo.
Una vida llena de miedos vitales, o sea, traumas, frustraciones, desengaños, enfados, penas, desamores, odios, rencores, inseguridades, solo dirigen al ser humano hacia el sufrimiento y la enfermedad física. Educar al ser humano a vivir sin miedo, o sea, a vivir con amor sería, no solo la solución a todas las enfermedades sino también a todos los problemas que azotan a la humanidad hoy en día. Entiende que el amor es el hábitat natural del ser humano donde podría vivir y desarrollarse en plena armonía con el resto de la naturaleza.
La sanación no es una terapia de una hora y media sino la vida misma, por eso, cualquier sistema de sanación que se precie debe de tener una buena filosofía de vida que lo respalde, como así la tiene el Sistema de Sanación Tinerfe.
¿Cuál es el procedimiento que sigues para aplicar tus conocimientos en medicina vibracional y energética? ¿Cómo te adaptas a las necesidades y deseos de tus pacientes?
El escaneo energético preliminar para hacer un diagnóstico físico y metafísico del paciente es imprescindible. Un escaneo dinámico durante la terapia para aplicar las medicinas vibracionales y conseguir con ello hacer terapias completamente previsibles, efectivas, demostrables, palpables (demostradas con el escaneo final). Pero no queda ahí, ya que, el paciente siempre está equivocado, por eso enferma.
El sanador, como ya he dicho anteriormente, no solo trata sino que también recomienda, da consejos, educa al fin y al cabo al paciente. El buen sanador también debe de ser un buen maestro. Cada persona es diferente, aunque, a grandes rasgos, todo el mundo padece de lo mismo, o sea, de penas, traumas y frustraciones, aunque se desarrollen en diferentes desequilibrios y enfermedades, de ahí que es muy importante que el sanador/maestro posea una filosofía de vida que el paciente pueda introducir en su vida de forma consciente y dinámica.
Educar para vivir con amor (fácil decirlo pero difícil de introducirlo en la vida de cada persona, ya que la humanidad ha sido educada a vivir con miedo que es lo contrario al amor), en todas sus variantes es el procedimiento idóneo. Lo anterior expuesto requiere, más que experiencia terapéutica, una gran experiencia de vida.
El poder del amor para ordenar una vida sana
Además de aplicar su sistema de sanación natural, Damián ofrece a sus pacientes una serie de enseñanzas profundas y completas sobre el amor a uno mismo y a la vida, incluyendo a los demás en general. Sus enseñanzas orientan al alumno para que este comprenda y acepte la fuerza que el amor tiene para combatir y derrotar el miedo y las frustraciones que se acumulan en nosotros a lo largo de la vida y que generan estados que pueden devenir en patologías con representación física en nuestro organismo.