Mejorando la sociedad con terapia ocupacional
David Hernández Lozano, terapeuta ocupacional en Burgos, nació en esta ciudad. Tiene raíces sorianas en el Burgo de Osma y siempre ha sido una persona inquieta y curiosa por el mundo social. Desde que inició estudios de Terapia Ocupacional se ha mantenido activo dentro del mundo asociativo de la discapacidad en su ciudad. Después de alguna aventura como Terapeuta Ocupacional y voluntario en Marruecos, pensó en desarrollar un proyecto diferente en Burgos, por lo que completó sus estudios con magisterio de Educación Especial y se especializó en Terapias Corporales, Ortopedia y en Promoción de la Autonomía Personal y Dependencia.
Los comienzos de EPONA fueron muy difíciles por el desconocimiento de la sociedad sobre la Terapia Ocupacional y porque nadie apoyaba la idea de que podría ser rentable. Gracias al apoyo de su familia y amigos, pudo hacer realidad el sueño de EPONA. Hoy día han llegado, a ser hoy un referente de la Terapia Ocupacional en Burgos, teniendo uno de los mejores equipos humanos formado por seis terapeutas ocupacionales, un fisioterapeuta y con el apoyo de los servicios de psicología de Oscar Orive. Ofrecen servicios terapéuticos o de rehabilitación en sus instalaciones o en domicilios de personas con grandes dependencias buscando siempre el bienestar de la persona con la que se trabaja, para conseguir la mayor autonomía personal y la integración del paciente en la comunidad.
La mayor especialización de EPONA es la Terapia Ocupacional, ofreciendo rehabilitación sanitaria especializada e individualizada para personas de todas las edades, y especializados en rehabilitación neurológica del Daño Cerebral Adquirido, ICTUS, Parkinson, Enfermedad de Huntington, demencias... entre otras. Siempre buscan potenciar la autonomía personal y mejorar el sentimiento de autoconfianza y autoestima de la persona afectada. También trabajan mucho la mejora de calidad de personas mayores, que empiezan a tener pérdida de su autonomía por la edad, diseñándoles un tratamiento individualizado y adaptado a sus necesidades.
David, ¿qué fue lo que os motivó en EPONA a ofrecer servicios de Terapia Ocupacional?
El desconocimiento general acerca de la Terapia Ocupacional fue mi motivación. Comprobé que existía una disciplina socio sanitaria tan global que me podía permitir aportar mucha calidad de vida a muchísima gente, y no se estaba aprovechando, lo que me animó a poner en marcha este proyecto. Fruto de esa decisión y de toda mi formación y esfuerzo, hace seis años inauguré EPONA, el primer Centro de Terapia Ocupacional de Burgos.
¿Qué es lo que más os apasiona en EPONA a la hora de ofrecer programas socio-sanitarios mediante la terapia ocupacional?
Nos apasiona nuestro trabajo, y ver que podemos poner nuestro granito de arena para mejorar la vida de muchísimas personas que sufren algún tipo de discapacidad, y que con nuestro trabajo y mucho esfuerzo podemos lograr objetivos personales de nuestros pacientes que pueden cambiar el sentido de la vida de muchas personas y ver que pueden mejorar su autonomía personal.
Pero, sobre todo, lo que más nos apasiona son las personas con las que trabajamos y ayudarles a conseguir sus sueños. Un día, una paciente que había sufrido un DCA y estaba en rehabilitación con nosotros nos dijo; “La noche es el mejor momento para soñar los objetivos que mañana lucharé por conseguir con mi Terapeuta Ocupacional” y estas pequeñas cosas son las que hacen que me apasione mi trabajo.
¿Cómo se inicia el proceso terapéutico que ofrecéis?
Siempre partimos de una buena evaluación de la capacidad de la persona para desempeñar alguna actividad de la vida diaria. De este modo localizamos cuál es el la dificultad o fallo que se presenta y pasamos a intervenir en una fase posterior al análisis inicial. En esa fase buscamos conseguir una rehabilitación o un correcto desempeño.
Esta idea viene derivada de la definición más conocida de esta disciplina, que es de la Asociación Americana de Terapia Ocupacional: «Es el arte y la ciencia de dirigir la respuesta del hombre a la actividad seleccionada para favorecer y mantener la salud, prevenir la incapacidad y valorar la conducta, tratando a las personas con discapacidades, físicas, psíquicas y/o sociales».
¿Qué parte de vuestro equipo de trabajo es esencial para garantizar la efectividad de los programas socio-sanitarios que ofrecéis? ¿Hay algún elemento que nunca debería faltar?
Tengo que indicar que una de nuestras características y diferencias es el gran Equipo Humano con el que contamos. Además de que todas mis compañeras son grandísimas profesionales, nunca dejaré de admirar su capacidad de escucha del paciente y su entrega en el proceso de rehabilitación de cada persona. Creo que es lo mejor que tenemos y nos diferencia en gran medida.
En nuestra intervención, lo más importante es una buena entrevista inicial y buena evaluación del desempeño ocupacional, donde conozcamos los interés de la persona que viene a Terapia Ocupacional: qué busca de nosotros. Así podremos hacer una buena valoración para diseñar una intervención terapéutica centrada en la persona.
Una buena valoración inicial nos permite planificar una buena intervención, que siempre tiene que ser consensuada con la persona y será revisada periódicamente para ver si vamos alcanzando los objetivos terapéuticos iniciales y poder ir adaptando nuestra terapia siempre al paciente y a sus necesidades para una mejor rehabilitación.
Una función social de máxima importancia
David Hernández Lozano soñó con un centro de Terapia Ocupacional en Burgos y a base de esfuerzo y ayuda de su círculo más cercano logró fundar EPONA. Ahora cuenta con colaboradores que conforman un excelente equipo humano y de trabajo, implicado al máximo en esta labor que contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas con dificultades para integrarse en la sociedad y valerse por sí mismas. Siempre parte de un estudio individualizado de cada paciente para diseñar el tratamiento personalizado más eficaz.